No se si ahora las cosas se ven semejante, sin embargo tras biombos los Leonelistas están hablando de que ante la primera influencia real del Danilismo por cotejar invertir la Constitución, habrá una divergencia con consecuencias políticas y orgánicas. Seré yo el primer sorprendido si Leonel opone algún tipo de resistora y si desafía al mando no obstante sea en la disputa por el esplendor. A esta chochez mía he grabado que el “bulto” es la parte del pleito y que los eventos son mucho más locuaces que las voces. Esperemos que hablen los hechos
.
Como el Partido Revolucionario Moderno (PRM) es la segunda energía política en altura numeral y ejercicio de honores, hay representantes suyos que consideran que una dependencia del Pld sería el igual de regalarle el conquista en las próximas elecciones. Esa es una especulación de quienes suponen que el rendimiento se cae solo cuando la sinceridad es que hay que hacerlo bajarse y para eso hay que medir con estructura, energía movilizada y liderazgo con penetración, elegancia y factura de gratificar el valor de simbolizar las ambiciones de todo un pueblo.
Considero que el danilismo va a empujar corregir la Constitución sin embargo ello signifique que Leonel y una parte de sus seguidores formen expendeduría aparte e intenten contribuir a su singladura en las elecciones. Una apreciación descarnada de la sinceridad indica que a pesar de que haya una década del Pld, el examen simultáneo que tiene el danilismo sobre el trasto oficial: un Presupuesto General del Estado descomunal, un Congreso dispuesto a emplear deuda en sucesión geométrica, el gabinete público a su favor y recurriendo a energías más propias de mafias que de un mando tolerante, una razón hecha a la medida... constituyen demasiado esplendor para que lo cimiento cualquier detractor político que simplemente intente desafiarlo.
Vuelvo a afirmar que una sección del PLD de hoy día en delante no es en dos porciones, sino a lo sumo en tres tercios de los que Leonel se llevaría uno y Danilo dos, incluyendo para este último el examen del Gobierno, del Congreso, de la Justicia y gran parte de la calandria y de los opinantes por todas las plataformas. ¿quiere esto confesar que Danilo y su cuestionario de reelección son inderrotables? ¡de ninguna guisa! Lo que pasa es que Danilo y su gente harán todo para no dejarse batir y yo no veo a quienes tengan tampoco una contemplación original, interesante, factible, y mucho salvo un apunte opcional, constante, zahorí, para amenazar una convicción de conquista. Es huraño permitir que yo tampoco. Todo cuanto necesita Danilo es una generalidad en la Asamblea Revisora de la Constitución y no veo a ninguno que razonablemente tenga energía y belicosidad política para impedirlo. Es lo contrario, el Danilismo demuestra en cada conveniencia que tiene la clara alternativa de producir cualquier cosa para proclamar su objeto y los patrones sobran cada día. En la votación de los jueces de la Corte Suprema de Justicia por parte del Consejo Nacional de la Magistratura adonde el Danilismo es “absoluta mayoría”, quedaron demostradas dos certezas: el Danilismo no está jugando, dejó afuera a todos los jueces que tuvieran la último vinculación con Leonel y que resultan incómodos al esplendor por su liberación, al unísono que envió una señal inequívoca de cuál es el sello de su totalidad y sobre todo, de su presidencia.
Con la tinta fresca de sacar una Corte Suprema a la medida de las referencias del danilismo, el peso del Palacio Nacional se dejó llorar con energía y aun con sobrepasamientos sobre los jueces que en el Tribunal Superior Electoral (TSE) hicieron celebraciones de cisma y valentía del derecho en abono de la democracia en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), contra la martingala y el instrumentalismo clientelar. A esta categoría de conjunto, bastante lejos de hace dos años cuando escribí con mi rúbrica que Danilo estaba trabajando para la reelección, quien tenga algún tipo de incertidumbre sobre la veracidad de mi planteo original, es un retrasado político. Frente anti-reeleccionista Partiendo de la alternativa en extremo plausible de que Danilo logre la corrección constitucional que lo habilite como aspirante presidencial, dudo mucho que haya fortaleza al interior del Pld capaz de detenerlo. Indetenible en el PLD, las disyuntivas para frenarlo serían una desvinculación de Leonel en el PLD y la integración de un Frente Electoral Anti-reeleccionista. Si este frente se formara, tendría que aclarar cuál es el pretendiente presidencial (la judería de la gran discordia en la política dominicana) y en el mejor de los episodios habría que opinar que Leonel y Luis Abinader se batirían para conciliar quién será el principio por el Frente.
La diferencia sería clara: Abinader buscaría sus prístinos cuatro años con alternativa a incitar ocho, y Leonel iría por sus originales dieciséis con alternativa a veinte. ¿quién cedería su sitio para frenar la reelección? Hay más pedanterías disidentes, claro, no obstante ¡venga estiércol caballero...! ¿alguien se atreve a decirme que en un frente contrario a la reelección de Danilo el aspirante con más potencialidad sería uno flamante a Leonel o a Abinader? Si Leonel y Abinader no logran un paz -pero sea del dos más dos en el que uno gobierne dos años y el otro, ido de vicepresidente, gobierne los otros dos-, yendo separadamente, no van a lazar la reelección, luego la lleven a segunda vuelta. Un frente electoral para vencer a Danilo no se perfila en el alejamiento político de hoy en día porque a pesar de que hay una gran aluvión que se opone a ese fin, no existen las energías estructuradas siquiera el liderazgo brillante para estimar que se forjará en el futuro mediato.